Reflexiones para tí.

¡Hazle frente!

“Si te desanimas cuando estas en aprietos, no son muchas las fuerzas que tienes” (Proverbios 24:10).

 La vida de Elena de White no fue de color de rosa. A los nueve años, a causa de una pedrada, se vio al borde de la muerte. El golpe afectó de tal manera su sistema respiratorio, que durante dos años no pudo respirar por la nariz. Tuvo problemas de concentración y grandes dificultades para escribir, pues le temblaba mucho la mano. A los dieciséis años pasaba la mayor parte del tiempo en una silla de ruedas. En 1844, poco después del Gran Chasco, su salud se había deteriorado tanto que no podía hablar, tenía tuberculosis y sufría del corazón. Todo parecía indicar que su muerte era inminente. Sin embargo, a pesar de todos esos achaques, pudo llevar a cabo un ministerio profético que se extendió por más de setenta años.

¿Cómo pudo hacerlo? ¿Cómo logró vencer todos esos obstáculos? Ella nos deja entrever la respuesta en un sueño que narra en su libro Mensajes selectos, t. 1, p. 240. En dicho sueño se le mostró un barco que navegaba en medio de una neblina tan densa que resultaba casi imposible ver lo que se encontraba delante. De repente, uno de los marineros gritó: “¡Iceberg a la vista!” El capitán y su equipo se turbaron, puesto que ya no les quedaba mucho tiempo para maniobrar y evitar el choque. Me imagino que debió de ser una situación muy similar a la escena de la película Titanic. Entonces, una voz clamó con autoridad: “‘¡Hazle frente!’ […]. El maquinista dio marcha a todo vapor y el timonel dirigió el barco directamente contra el iceberg”. ¿Qué crees que pasó? El golpe sacudió la embarcación, incluso provocó daños en su estructura física, pero la nave “siguió adelante su camino”. El iceberg no pudo hacerla zozobrar.

Como Elena, tú también tendrás que lidiar con muchos obstáculos y problemas a lo largo de tu travesía por este mundo. ¿Qué opción tomaras, enfrentarlos o evitar los? Reflexiona en esta declaración de David: “¿Por qué voy a desanimarme? ¿Por qué voy a estar preocupado? Mi esperanza he puesto en Dios, a quien todavía seguiré ala bando. ¡Él es mi Dios y Salvador!” (Salmo 42:5). Cuando las dificultades de la vida llamen a tu puerta, confía en Dios y ¡hazles frente!

#HazleFrente
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Tomado de: Lecturas devocionales para Jóvenes 2016
“Visita mi Muro, 366 Mensajes que Inspiran”
Por: J. Vladimir Polanco






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