Elón
Después de Ibsán gobernó a Israel Elón, de la tribu de Zabulón, durante diez años. Jueces 12:11.
La tribu de Zabulón dio a Israel dos jueces consecutivos. No es lo común en la historia del pueblo, pero Dios tiene planes que superan el límite de la normalidad. Cuando él tiene un plan, incluso para ti, no se limita ni se detiene por lo que sería “esperable”.
Entre los hijos de Isaí, David era el menos “esperable” para que fuese rey. Recuerda: él siempre tiene un plan. Puede que no sea el más “esperable”, pero -sin dudas- es el mejor.
Entre los libertadores del pueblo judío, Ester era la menos “esperable” para salvar a los hijos de Israel. Mujer, sin familia distinguida, esclava. Dios la eligió porque él tenía un plan. No era la más “esperable”, pero fue el instrumento de liberación de los hijos de Abraham.
Pablo era un asesino; no podía ser discípulo. A Moisés no le gustaba hablar en público; no podía ser líder. Rahab era una prostituta; no podía ser ancestro de David y de Jesús. Jacob era un mentiroso; no podía ser uno de los fundadores del pueblo de Dios. La lista de los no “esperables” es muy extensa. Quizá tengas que incluir tu nombre en ella.
Cuando Dios tiene un plan, lo “esperable” o “no esperable” no lo detiene. Ese aspecto es un detalle sin la más mínima importancia para el Señor del universo. ¿Por qué lo sería para ti? Nos frenamos ante algunos excelentes planes y fantásticas ideas porque alguien nos hace ver (o nosotros mismos nos autoexplicamos) que no somos los “esperables”. Nuestro Dios de los no-límites te llama para que hagas lo que él desea que hagas, no lo que los otros esperan. Él te quiere donde él desea que llegues, no donde los demás opinan que puedes llegar.
Imagina qué sería de tu vida, del mundo, del universo si Cristo hubiera dicho que no era “esperable” que el Señor del universo, el Rey de reyes y Señor de señores, Creador, Sustentador y Príncipe de la paz se transformara en un niño, en un indefenso bebé, para ir a Belén a realizar un proyecto que terminaría -sin dudas- en el Calvario. No era “esperable” que la Vida probara la muerte. No era “esperable” que la Luz visitara las tinieblas. Elón no era el juez “esperable”, pero fue el elegido. Dios no se equivoca: también te eligió a ti.
Tomado de: Lecturas devocionales para Jóvenes 2014
“365 Vidas”
Por: Milton Betancor
SUSCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN DE ESPERANZA
NUESTRAS CREENCIAS
Las creencias adventistas tienen el propósito de impregnar toda la vida. Surgen a partir de escrituras que presentan un retrato convincente de Dios, y nos invitan a explorar, experimentar y conocer a Aquel que desea restaurarnos a la plenitud.